Gabriela Zapata, expareja de Evo Morales, reafirmó públicamente la existencia de un hijo que tuvo con el exmandatario boliviano y aseguró que juntos llevaron a cabo el registro civil del niño. Esta revelación surge en el contexto del proceso legal donde se acusa a Zapata de haber presentado al menor falsamente como hijo de Morales.

En su testimonio, Zapata declaró que el exmandatario participó activamente en el proceso de registro civil del hijo, indicando: “El que hace todos los actos es mi excompañero (como le dice a Morales). Él me ha llevado a que vayamos a hacer el registro. Los dos hemos ido, como ha declarado la oficial de registro civil”. Afirmó que este registro se realizó "unos meses después" del nacimiento del niño.

La expareja de Morales recordó también las presiones que enfrentó por parte de "altas autoridades de gobierno" en 2016 para declarar falsamente que el niño había fallecido. A pesar de la presión, Zapata se negó a hacer tal declaración y solo aceptó una entrevista en la que se refirió al caso de tráfico de influencias con la empresa china CAMC, donde ella era gerente.

Además, relató que después del referendo del 21 de febrero de 2016, fue convocada a una reunión en la que le informaron que sería detenida dos días después. Confirmó que fue arrestada el 26 de febrero de 2016 y que, aunque recibió visitas para calmarla, mantuvo la orden de no declarar.