Un preocupante brote de enfermedades ha sido detectado en la cárcel de Palmasola, el Dr. Carlos Hurtado, Gerente de Epidemiología del Sedes, informó sobre los casos más serios que involucra a un niño que está actualmente en estado crítico debido a una combinación de meningitis bacteriana neumocócica y coqueluche. Aunque el pronóstico es reservado, se están tomando medidas para contener la propagación de estas enfermedades entre la población penitenciaria.

Tan pronto como se reportó el caso de meningitis en esta instalación, las autoridades actuaron con celeridad, implementando acciones de vigilancia, prevención y control. Se proporcionó medicación a todos los reclusos, al personal de seguridad y al personal de salud de la prisión. Además, se ha llevado a cabo el aislamiento de algunos niños que presentaban síntomas, resultando en la confirmación de dos casos adicionales de coqueluche entre los niños que residen dentro de la cárcel. La recomendación emitida a las autoridades penitenciarias y al personal de salud de Palmasola es que se aísle a los niños, al menos durante la duración de este brote, tanto de meningitis como de coqueluche. Esto es especialmente crucial dado que los dos niños afectados viven dentro de la prisión y no han estado fuera de este entorno, lo que sugiere que la fuente del brote podría estar localizada allí.

Con el objetivo de contener la propagación de estas enfermedades, se está llevando a cabo una campaña de vacunación en la prisión. Tanto niños como adultos están siendo inmunizados no solo contra la meningitis y la coqueluche, sino también contra otras enfermedades, como la influenza y el COVID-19, para prevenir la posibilidad de rebrotes o la aparición de nuevos casos.

Es importante señalar que la meningitis requiere un periodo de dos semanas para considerarse controlada, por lo que la vigilancia y las medidas preventivas deben mantenerse durante este tiempo. La situación actual está siendo monitoreada de cerca, y las autoridades de salud están tomando todas las medidas necesarias para proteger la salud de la población carcelaria y prevenir la propagación de estas enfermedades a nivel más amplio, dijo el Dr. Hurtado.