La tensión política se intensifica a medida que la brecha entre el ex presidente Evo Morales y el actual mandatario, Luis Arce Catacora, se profundiza. El desencuentro se ha manifestado en una serie de declaraciones públicas y movilizaciones, generando preocupación por el futuro del país.

Evo Morales, quien lideró el país durante más de una década y ahora se desempeña como jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), hizo una declaración enérgica en la que describió como un "rotundo fracaso" los tres años de gobierno de Luis Arce. En un extenso texto publicado en sus redes sociales, Morales atribuyó la crisis económica, política, judicial y de seguridad al actual gobierno y sus asesores, acusándolos de encubrir la corrupción, proteger al narcotráfico y debilitar las instituciones del país.

Morales también criticó la tendencia del gobierno a culpar a terceros por los problemas, lo que, según él, refleja una falta de honestidad y coraje para reconocer sus propios errores.

La disputa en el partido MAS se ha intensificado aún más con la anulación del congreso del partido que reeligió a Evo Morales como líder. Esto ha llevado a seguidores de Morales a instalar vigilias en las sedes regionales del Tribunal Supremo Electoral (TSJ) en protesta por esta decisión. Figuras prominentes del MAS, como Teresa Morales y Flora Aguilar, han respaldado la legalidad del congreso y ha acusado al gobierno de Luis Arce de presionar al TSE para anularlo.

En medio de este tenso panorama político, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ofreció un discurso en la Asamblea Legislativa Plurinacional para conmemorar sus tres años en el cargo. Arce reconoció las campañas de sabotaje y desinformación en su contra pero afirmó que no claudicará en su compromiso de liderar el país hacia la prosperidad.

Presidente reconoció que hay una polarización política y denuncio que existen personas que quieren que su gobierno fracase.