La Comisión Europea toma medidas tras la denuncia de Spotify por prácticas anticompetitivas

La Comisión Europea impuso una multa histórica de 1.950 millones de dólares a la empresa tecnológica Apple, argumentando que la compañía estadounidense abusó de su posición dominante en el mercado para favorecer sus propios servicios de música en streaming y limitar el acceso a plataformas competidoras. La decisión se tomó tras una denuncia presentada en 2019 por Spotify, que alegaba restricciones injustas en la distribución de aplicaciones a través de la App Store y tarifas de comisión perjudiciales para la competencia.

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Competencia, Margrethe Vestager, expresó que durante una década, Apple había perjudicado a los consumidores europeos al restringir su capacidad de elegir servicios de música alternativos y más económicos. La multa impuesta representa el 5% de los ingresos anuales de Apple y busca no solo sancionar, sino también eliminar las restricciones impuestas a los competidores y prevenir prácticas similares en el futuro.

La investigación reveló que Apple aplicó restricciones a los desarrolladores que les impedían informar a los usuarios de iOS sobre servicios de suscripción de música más asequibles disponibles fuera de la aplicación. La Comisión Europea considera estas prácticas como "condiciones comerciales injustas" e ilegales, violando las leyes antimonopolio de la Unión Europea.

En respuesta a la multa, Apple anunció que apelará la decisión, acusando a Spotify de ser el principal beneficiario de la sanción. La empresa sostiene que la Comisión Europea no ha encontrado evidencia creíble de daño al consumidor y acusa a Spotify de intentar cambiar las reglas del mercado a su favor.

La decisión de la Unión Europea se produce en un momento en que la nueva Ley de Mercados Digitales está a punto de entrar en vigencia, estableciendo regulaciones más estrictas para evitar prácticas anticompetitivas por parte de las grandes empresas tecnológicas. Apple, mientras tanto, enfrenta otras investigaciones antimonopolio por parte de la UE, demostrando la creciente atención y control sobre las prácticas de las gigantes tecnológicas en el mercado europeo.