Luis Fernando Camacho expresó su preocupación por la reciente calificación de riesgo de Bolivia, señalando que esta situación es el resultado de la incapacidad del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) para sacar al país de la crisis.

En una publicación en su cuenta de "x", Camacho destacó los desafíos que enfrentan las empresas bolivianas, desde grandes corporaciones que luchan por renegociar con proveedores extranjeros hasta empresarios medianos y pequeños que se enfrentan a una carga fiscal abrumadora, burocracia corrupta y una disminución en el consumo y el crédito. Además, resaltó cómo las restricciones en el uso de tarjetas de débito limitan el crecimiento en la era digital y de startups.

La mala gestión económica del país, según Camacho, ha contribuido a que Bolivia sea percibida como un lugar con un alto riesgo político, lo que socava la confianza de los mercados internacionales y los inversores.

En este contexto, Camacho enfatizó la necesidad urgente de un cambio en Bolivia. Argumentó que este cambio es crucial para construir credibilidad, prosperidad, democracia y libertad en el país, destacando la importancia de la participación de todos los sectores de la sociedad.

Con hogares de bajos ingresos siendo los más vulnerables en esta crisis, Camacho instó a la unidad y la acción colectiva para enfrentar los desafíos actuales y trabajar hacia un futuro mejor para Bolivia.