Se publicó en El País de España un artículo acerca de un caso de pederastia muy grave en el que se involucra a un jesuita español que residió en Bolivia por varios años. El padre Alfonso Pedrajas es el implicado, y varios testimonios han surgido respecto a los actos sexuales violentos que ha cometido, algunos de los cuales fueron denunciados pero nunca se hizo justicia.

El reportaje publicado por el reconocido diario cuenta que durante su último viaje a finales de agosto de 2009, el sacerdote jesuita español Alfonso Pedrajas, de 62 años, hizo que su novio prometiera que haría todo lo posible por quedarse con su computadora y que nadie más la tendría. El sacerdote falleció pocas semanas después el 5 de septiembre, a causa de un cáncer en un hospital de Cochabamba (Bolivia). Cuando su novio llegó al funeral, se dio cuenta de que un hermano, quien había venido desde España, ya había recogido las pertenencias del jesuita. Sin embargo, el hermano le entregó el ordenador de Alfonso al entender que era algo muy personal.

Cuando el novio del jesuita encendió el ordenador que solo él sabía cómo desbloquear, revisó los archivos y descubrió un documento que Alfonso había mencionado dos años antes: un diario de 383 páginas llamado "Historia". Este documento incluía reflexiones, relatos de episodios de su vida y unas decenas de cartas.

En el diario se ha publicado que un sacerdote reconoció haber abusado de numerosos niños durante su tiempo como profesor en varios colegios de América Latina, en particular uno en Cochabamba. Además, revela cómo la orden a la que pertenece (que incluye a al menos siete superiores provinciales y una decena de clérigos bolivianos y españoles) encubrió sus delitos y las denuncias de algunas víctimas. El sacerdote teme ser descubierto y chantajeado, y se siente avergonzado de sus acciones, aunque las describa como "pecados", "meteduras de pata" o "enfermedad". También parece confundir las relaciones homosexuales consensuadas con los abusos a menores. Aunque el sacerdote nunca describe detalladamente los abusos, cinco de sus víctimas, que fueron contactadas por EL PAÍS, recuerdan con horror lo que les sucedió.

Entre sus hojas menciona "Hice daño a mucha gente (a 85?) demasiados", el diario fue descubierto años después por su sobrino, en el lugar donde el novio del jesuita lo había archivado. El sobrino menciona que cuando lo encontró pensó que era un recuerdo bonito hasta que se dio cuenta que su tío era un pederasta.

Durante el verano de 2022, se llevó a cabo una breve comunicación por correo electrónico con el director actual del colegio en Cochabamba, donde el tío de la persona en cuestión cometió la mayoría de los abusos. Sin embargo, el director evitó cualquier tipo de responsabilidad. Posteriormente, el diario fue presentado a la Fiscalía española, pero lamentablemente el caso fue desestimado debido a que había prescrito.