En un giro significativo de los acontecimientos, Jenni Hermoso ha roto su silencio, instando a imponer sanciones contra Luis Rubiales, el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, por sus recientes acciones que ella considera "inaceptables". La futbolista ha confiado sus intereses a FUTPRO, el sindicato de jugadores, quienes exigen acciones adecuadas contra Rubiales por su comportamiento.

Esta controversia gira en torno al beso que Rubiales le dio a Hermoso después de la final de la Copa del Mundo, su supuesta presión sobre ella para justificar el acto y la publicación de un comunicado que contenía declaraciones que la jugadora asegura que nunca hizo. Justo momentos antes de que FUTPRO emitiera un comunicado contundente, Hermoso reconoció la participación de su sindicato en el manejo del asunto, indicando que sus intereses estaban siendo protegidos por el sindicato y su agencia TMJ.

FUTPRO, en coordinación con la agencia de Hermoso, ha prometido garantizar que tales actos no queden impunes, abogando por medidas adecuadas que protejan a las futbolistas de acciones que consideran inaceptables. El sindicato también instó al Consejo Superior de Deportes de España a tomar medidas dentro de su jurisdicción para combatir comportamientos que socavan la dignidad de las mujeres, expresando su condena inequívoca de tales acciones.

El comunicado emitido por el sindicato no solo exige responsabilidad por las acciones de Rubiales, sino que también insta a la Federación Española de Fútbol a implementar protocolos necesarios, protegiendo los derechos de las jugadoras y tomando medidas ejemplares. FUTPRO enfatizó la importancia de la representación por figuras que proyecten valores de igualdad y respeto en todas las esferas, destacando la necesidad de continuar progresando en la lucha por la igualdad de género.

Además, el sindicato apeló al Consejo Superior de Deportes de España a respaldar y promover activamente la prevención y la intervención contra el acoso sexual, el sexismo y la misoginia en el deporte. Rechazaron firmemente cualquier actitud o conducta que viole los derechos de las futbolistas.

La controversia en torno a Rubiales ha escalado aún más, ya que diversas organizaciones también han presentado quejas en su contra. CENAFE, Sumar, el exárbitro Estrada Fernández y la Liga F (la asociación de la liga de fútbol femenino) se han unido al coro de voces que exigen responsabilidad.

La Liga F, en un comunicado conmovedor, subrayó la necesidad de tomar medidas contra Rubiales por sus "acciones y comportamiento extremadamente graves" durante la final de la Copa del Mundo. Criticaron su comportamiento al considerarlo incompatible con su posición y solicitaron su descalificación. El comunicado también resaltó el impacto de sus acciones en la reputación del deporte español y la dignidad de las mujeres.

A medida que estas quejas se acumulan y la presión política se intensifica, Rubiales enfrenta desafíos crecientes en su posición. Con una Asamblea inminente en el horizonte, donde mantiene el control, pero no necesariamente el apoyo, Rubiales parece estar buscando una salida de la situación. Se ha informado que podría estar negociando una suspensión de dos meses impuesta por el Comité de Integridad de la Federación, lo que, si se acepta, podría evitar una mayor participación del Consejo Superior de Deportes de España.

Las declaraciones recientes de FUTPRO y otras organizaciones ciertamente han estrechado el círculo alrededor de Rubiales, dejándolo en una posición precaria con su presidencia bajo escrutinio. El llamado contundente a la responsabilidad de diversas instancias señala un momento significativo en el fútbol español y en el deporte femenino, y los resultados de estas acciones podrían reformar el panorama en el futuro.