El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, ha convocado este domingo al embajador brasileño en el país, Frederico Meyer, para una "llamada de protesta" programada para mañana lunes. Esta acción se produce después de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusara a Israel de emular a Adolf Hitler al perpetrar un "genocidio" en la Franja de Gaza.

Durante la celebración de la 37ª Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA), en Adís Abeba, Lula criticó la guerra en Gaza que Israel ha mantenido desde el 7 de octubre de 2023, tras los ataques perpetrados por el grupo terrorista palestino Hamas contra territorio israelí, que resultaron en la muerte de aproximadamente 1,200 personas y el secuestro de unas 250.

Lula declaró a la prensa este domingo que lo que ocurre en la Franja de Gaza no es una guerra, sino un genocidio, comparando la situación con "una guerra entre un ejército muy preparado y mujeres y niños", una analogía que, según él, no ha tenido precedentes en la historia moderna desde los tiempos de Hitler.

En respuesta, el ministro de Exteriores israelí calificó los comentarios del presidente brasileño como "vergonzosos y severos", subrayando que Israel no permitirá que se menoscabe su derecho a defenderse. Katz anunció la convocatoria del embajador brasileño para expresar la protesta oficial del gobierno israelí ante estas declaraciones.

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, también criticó a Lula por respaldar, según afirmó, "a una organización terrorista genocida, Hamas", y por consiguiente, avergonzar a su propio pueblo.

Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, se sumó a las críticas a Lula, calificando sus palabras de "vergonzosas y graves" en un comunicado oficial. Netanyahu argumentó que tales declaraciones buscan "trivializar el Holocausto" y "el derecho de Israel a defenderse", estableciendo una comparación entre Israel y el régimen nazi de manera inapropiada y provocativa.

En conclusión, las tensiones diplomáticas entre Israel y Brasil han aumentado a raíz de las controvertidas declaraciones de Lula da Silva, que han sido rechazadas enfáticamente por el gobierno israelí como una distorsión injusta de la realidad en la región.