A partir de este jueves 3 de octubre, la falta de diésel en Santa Cruz ha obligado a que el 50% de los micros del transporte público no puedan operar, afectando gravemente a la movilidad urbana.

En los últimos días, la mayoría de los vehículos de transporte se han visto obligados a formar largas filas en los surtidores de la ciudad en un intento por abastecerse, pero el suministro sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda del sector.

Segundo Ricaldi, representante de los transportistas, informó que para tratar de encontrar soluciones inmediatas se realizarán dos mesas de trabajo, una técnica y otra medioambiental, en la Sociedad de Ingenieros de Bolivia.

Además, se prevé concluir las discusiones el lunes en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

Sin embargo, Ricaldi advirtió que la situación podría prolongarse por hasta dos semanas, generando un impacto significativo en el transporte de pasajeros.

El dirigente también denunció que algunos concejales han enviado "gente de choque" para desestabilizar las reuniones, lo que ha incrementado las tensiones en los debates, que según él, deberían desarrollarse en un ambiente de diálogo pacífico.

A pesar de estas dificultades, el sector espera que las mesas de trabajo ofrezcan una solución que permita la normalización del servicio lo antes posible.