El expresidente acusa al gobierno de reprimir a líderes que participaron en la "Marcha para salvar Bolivia" y otras movilizaciones sociales.

El expresidente Evo Morales expresó su preocupación a través de sus redes sociales tras la aprehensión de Ramiro Cucho, dirigente nacional de la CONAMAQ y el segundo líder "evista" en ser detenido y pasar la noche en celdas de la FELCC. Morales aseguró que el gobierno de Luis Arce habría solicitado la aprehensión de más de 30 dirigentes de diversas organizaciones sociales, señalando un aparente "plan de escarmiento" dirigido a quienes se movilizaron en defensa de la economía y la institucionalidad democrática del país.

Según información extraoficial, esta medida estaría relacionada con la participación de dichos líderes en la reciente "Marcha para salvar Bolivia" y otros bloqueos que se extendieron durante 24 días, exigiendo al gobierno una respuesta efectiva frente a la crisis económica que afecta a miles de familias bolivianas. Las demandas incluían una gestión económica más eficiente y el respeto a la democracia.

Desde su plataforma digital, Morales condenó la acción, comparándola con prácticas represivas de gobiernos militares del pasado, y acusó a las autoridades de usar la justicia como herramienta para amedrentar a quienes se expresan en contra de la situación actual. “Es una manipulación de la justicia para disciplinar a la sociedad, buscando que acepte callada y sumisa la crisis económica”, manifestó Morales en su mensaje.

Líderes sociales y simpatizantes del expresidente han denunciado estos actos ante la opinión pública nacional e internacional, advirtiendo que el uso de estas prácticas afecta la libertad de expresión y los derechos humanos en el país.