El ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, reveló en una conferencia de prensa el lunes que Corea del Norte ha estado colaborando con la invasión de las tropas de Putin a Ucrania proporcionando pertrechos militares. Según estimaciones, unos 7.000 contenedores llenos de municiones y equipamiento militar han sido enviados desde Corea del Norte a Rusia desde el año pasado con este propósito.

Estos comentarios surgieron horas después de que los ejércitos surcoreano y japonés informaran sobre el lanzamiento de varios misiles balísticos de corto alcance hacia sus aguas orientales por parte de Pyongyang, en medio de una serie de demostraciones armamentísticas y crecientes tensiones regionales.

Desde el comienzo del año 2022, Corea del Norte ha aprovechado la invasión rusa en Ucrania como una distracción para aumentar sus ensayos armamentísticos y ha mostrado su alineación con Moscú en el conflicto. Esta alineación parece estar dirigida por el líder norcoreano, Kim Jong-Un, en un intento por salir de su aislamiento diplomático y formar un frente común contra Estados Unidos.

Funcionarios estadounidenses y surcoreanos han acusado a Pyongyang de proporcionar proyectiles de artillería, misiles y otro material bélico en los últimos meses para contribuir a la guerra en Ucrania. Se destaca que estas entregas de armas se intensificaron tras una inusual cumbre en septiembre entre Kim Jong-Un y el presidente ruso, Vladímir Putin.

A cambio de este apoyo militar, se especula que Corea del Norte podría haber recibido ayuda económica y alimentaria, así como asistencia militar para modernizar sus fuerzas armadas, según fuentes surcoreanas y expertos. Tanto Moscú como Pyongyang han negado la existencia de un acuerdo de armas entre ambos países.

El ministro Shin también reveló que el régimen norcoreano, inicialmente utilizando barcos, está empleando cada vez más su red ferroviaria para enviar armas a Rusia a través de su frontera terrestre.

Estos acontecimientos coinciden con los lanzamientos recientes de misiles por parte de Corea del Norte, que se produjeron días después de las maniobras conjuntas de los ejércitos surcoreano y estadounidense, percibidas por Pyongyang como un ensayo de invasión.

En respuesta a estas provocaciones, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó su compromiso de trabajar con Corea del Sur para frenar las acciones de Corea del Norte. Durante su visita a Seúl para la cumbre de la Democracia, Blinken afirmó que Estados Unidos siempre estará junto a Corea del Sur para mantener la paz y estabilidad en la península de Corea.