En una reunión de más de cuatro horas, gremios de carniceros y el Gobierno Nacional pactaron medidas para regular el mercado cárnico, enfrentando el aumento de precios y el contrabando en las zonas fronterizas. Pese a la ausencia de los productores en la negociación, se acordaron importantes resoluciones para la comercialización y exportación de carne.

Tras cuatro días de movilización, los carniceros de Santa Cruz finalmente lograron concretar un acuerdo con el Gobierno Nacional en una reunión que tuvo lugar el 7 de octubre de 2024. Durante estos días, el gremio denunció que el incremento de precios del ganado en pie y la falta de control en la exportación de carne estaban afectando directamente la economía de los comercializadores y de la población consumidora. La situación escaló hasta derivar en un desabastecimiento parcial de carne en los principales mercados de la ciudad.

Las demandas del sector cárnico Gonzalo Serrudo, representante de la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol), fue el portavoz durante la reunión y señaló que la lucha del gremio fue ardua y prolongada. Serrudo explicó que las decisiones tomadas, aunque difíciles, fueron necesarias para defender los intereses de los carniceros, quienes enfrentan el desafío de sostener sus ventas en un contexto de encarecimiento constante.

Entre las principales demandas del sector figuraba el control estricto de la exportación de carne, ya que, según los comercializadores, grandes cantidades del producto estaban siendo destinadas al mercado exterior, mientras que el mercado interno se enfrentaba a escasez y precios elevados. Además, Serrudo expresó preocupación por la calidad de la carne que llega a los mataderos y centros de remate, afirmando que en muchos casos no cumple con los estándares necesarios para el consumo nacional.

Las resoluciones alcanzadas Durante la reunión, se alcanzaron varios puntos de consenso con los representantes del Gobierno Nacional. Entre las resoluciones más destacadas se encuentra el incremento de las multas por ganado incautado sin guía de movimiento, que pasarán de 70 bolivianos a 2.000 bolivianos, una medida destinada a reducir el contrabando y la venta ilegal de ganado en las zonas fronterizas. Asimismo, se acordó que no se autorizarán guías de movimiento a personas particulares, sino solo a empresas, productores y comerciantes debidamente acreditados, con el fin de regular el flujo de carne en el mercado.

También se aprobó el reglamento de centros de remate de ganado para el consumo, con el objetivo de garantizar un mayor control en la calidad del producto que se comercializa en los mercados locales. El Gobierno Nacional se comprometió a proclamar un decreto supremo de lucha contra el contrabando de exportación, en coordinación con las zonas fronterizas del país, una demanda clave del sector cárnico.

Además, se estableció un plazo de 30 días para que el Gobierno implemente estas medidas de control, tanto en las exportaciones como en la venta de carne en los mercados locales. "Esperamos que en este plazo se vean resultados concretos, de lo contrario, estamos preparados para tomar nuevas medidas de presión, incluyendo un posible paro indefinido y un desabastecimiento total", advirtió Serrudo.

Ausencia de los productores Uno de los puntos de tensión en la reunión fue la retirada de los productores del diálogo. A pesar de su ausencia, los carniceros y los representantes gubernamentales continuaron con las negociaciones y firmaron el acta de acuerdo. "Es lamentable que los productores no hayan estado presentes en este momento crucial, pero creemos que las decisiones que tomamos son las mejores para nuestro gremio", señaló Serrudo.

El hecho de que los productores se retiraran de la mesa de diálogo podría generar dificultades en la implementación de las resoluciones, ya que ellos juegan un papel clave en la cadena de producción y distribución de carne. Sin embargo, los carniceros confían en que el acuerdo alcanzado ayudará a aliviar la situación de desabastecimiento y el aumento de precios que afecta a los consumidores.

Un futuro incierto Aunque el acuerdo representa un paso importante para el gremio carnicero, queda por ver si las medidas pactadas serán suficientes para estabilizar el mercado cárnico en Santa Cruz y en otras regiones del país. Con la implementación de controles más estrictos en las exportaciones y la comercialización interna, se espera que la situación mejore en el corto plazo, pero no se descarta que las tensiones persistan si los problemas estructurales del sector no se resuelven de manera efectiva.

Por el momento, los carniceros de Santa Cruz han suspendido las medidas de presión, pero advirtieron que estarán vigilantes ante el cumplimiento de los acuerdos alcanzados. "Este es un paso adelante, pero la lucha continúa. Seguiremos defendiendo los derechos de nuestro gremio y el bienestar de la población", concluyó Serrudo.